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Este martes 28 de abril a las 20:00 horas, en el Salón de Actos de la “Casa de las Culturas” de Bembibre, tendrá lugar la presentación de la pieza del mes de abril “Pileta de abluciones judía (s. XV)”.
La pileta donada al museo por un vecino —Pedro Casado Díez— es la pieza del mes escogida por la Concejalía de Cultura de Laura Álvarez para promocionar la colección etnográfica y de paso recordar a quién lo haya olvidado que Bembibre, como muchas villas y ciudades medievales de España, también tuvo su barrio judío.
Lo que hoy es la plaza Mayor de Bembibre, la avenida del Bierzo y el barrio de La Fuente, era en el siglo XIV el hogar de una importante comunidad judía. La sinagoga, un edificio de planta rectangular y tres naves, se levantaba en el mismo lugar que hoy ocupa la iglesia de San Pedro y bajo su nave mayor contaba con un mikve para los baños rituales, donde fluía un manantial de agua pura, imbuido de un simbolismo regenerador propio del judaísmo; y que hacia las 11:00 de la mañana recibía los rayos solares (a través del ventanal situado en la fachada sur), impregnando la estancia de un cierto magnetismo.
De todo aquello —la sinagoga se transformó en iglesia en 1490 y dos años después, los Reyes Católicos obligaban a la diáspora a los judíos sefardíes— apenas queda esta pileta de abluciones que estuvo adosada a una pared de la sinagoga, sostenida por un fuste, y que desde el año 2009 se conserva en el Museo Alto Bierzo.
Se trata de una pieza relacionada con la arqueología sefardí de Bembibre. Una pileta de abluciones semicircular tallada en un bloque de arenisca, que posee unas dimensiones de 55 x 57 x 7 cm y se orla con nueve gallones (uno de los cuales, el cuarto por la derecha, ha sido perforado para permitir la evacuación de las aguas impuras). La parte inferior está labrada para descansar sobre un fuste y permanecer adosada a la pared de la puerta de entrada al templo.
Las fuentes archivísticas corroboran la existencia de una comunidad hebrea en Bembibre, datada de 1331, establecida en torno a la Plaza Mayor, en la actual avenida del Bierzo y, fundamentalmente, en el Barrio de La Fuente. A finales del siglo XV, sin embargo, el merino mayor de la villa, Rodrigo de Herrera, se encargaba de cumplir el decreto de expulsión de los Reyes Católicos, resultando dicha comunidad expatriada en 1492.
La estructura perimetral de la aljama de la parroquia de San Pedro, la propia pileta de las abluciones y la necrópolis de San Cebollón, en el lugar que hoy ocupa el pabellón Bembibre Arena, son el legado que aún perdura de los judíos.
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Situación de «Pileta de abluciones judía (s. XV)» en el Museo “Alto Bierzo”
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